viernes, 31 de julio de 2009

PARTO:


¿Cómo me doy cuenta que el parto está por llegar?

En los días previos a que el parto se inicie, comenzarás a experimentar algunas sensaciones nuevas o se incrementarán varias ya existentes que están dadas por el simple efecto de la gravedad, ya que el bebé quiere descender para tomar su lugar en el canal del parto. Las signos y síntomas más frecuentes que advierten que el parto puede desencadenarse en algún momento son:

Presión sobre el pubis
Dolor en la zona lumbar
Puntadas o sensación de vacío en la zona vaginal profunda
Aumento de las secreciones vaginales
Flujo vaginal amarronado o levemente sanguinoliento
Expulsión del tapón mucoso
Rotura de la bolsa de aguas

La expulsión del tapón mucoso puede producirse antes de que el parto se desencadene como también puede ocurrir unos cuantos días antes. La rotura de la bolsa de aguas también puede ocurrir algunos días antes de que el parto se inicie. Sentirás como un líquido caliente que corre por tus genitales, como si te hubieras orinado.

¿Cómo me doy cuenta que el parto es inminente?

Lo más importante para que el parto se inicie es la presencia de contracciones rítmicas con la suficiente intensidad para que las percibas. Se le dice contracciones rítmicas ya que existe un período de descanso posterior a la contracción luego del cual aparecerá una nueva inexorablemente. No existe parto sin contracciones rítmicas que no cesan a pesar de descansar, ducharte, tomar algún analgésico o cualquier técnica de diagnóstico que hayas aprendido en el curso de psicoprofilaxis.

¿Cuándo debo llamar a la obstétrica o al médico?

Si al cabo de una hora las contracciones continúan con igual ritmo o son aún más frecuentes, sin duda debes llamar a tu médico o a tu obstétrica ya que el parto es inminente. Siempre debes recordar que desde que el parto se inicia hasta el nacimiento del bebé pueden transcurrir de 8 a 12 hs., en consecuencia siempre hay tiempo suficiente para darse cuenta que algo esta ocurriendo con tu cuerpo.
También debes llamar al médico si has roto la bolsa de aguas, tienes hemorragias vaginales, fiebre, dolor abdominal, dolor de cabeza agudo o alteraciones en la visión.


QUE DEBO COMPRAR A MI BEBE ANTES QUE NAZCA?


¿Qué es lo que necesitará el bebé?

Es muy común que las madres primerizas se pongan muy ansiosas con respecto a todas las cosas necesarias para el confort y la atención de su bebé recién nacido. Hay cosas que realmente son imprescindibles mientras que otras no lo son tanto y que podrás adquirir posteriormente. Actualmente, en algunos países se acostumbra agasajar a la embarazada con una fiesta que se hace a partir de los siete meses de gestación, haciéndoles presentes para su bebé ("babyshower" en los países de habla inglesa). En estos casos puedes preparar de antemano un listado de regalos de los que a continuación recomendamos.
Es muy importante hablar con madres de bebés para poder tener un punto de referencia respecto a las diferentes calidades y utilidad de todo lo que el mercado actual ofrece a los futuros padres. Debemos recalcar que en los primeros días el bebé sólo necesita de tu amor, tu calor y el alimento que forman tus pechos. ¡No te angusties si olvidaste de comprar la mamadera antigases!

Listado de cosas necesarias para el bebé

Aquí va un listado de lo que consideramos realmente importante.

Lo más necesario:

Cuna o moisés.
Sábanas para la cuna o el moisés.
Manta para cubrirlo cuando duerma.
Enteritos de algodón para dormir.
Ropita de algodón, sombrerito (si hace frío) y medias de algodón.
Mantilla para transportarlo.
Pañales y toallitas para la limpieza de la cola (sin perfume ni jabón).
Elementos para la limpieza de la colita.
Si utilizaras pañales de tela, bombachitas de látex o nylon.
Cambiador.
Bolsa para transportar los pañales, los elementos de limpieza de la colita, el cambiador y la muda de ropa de repuesto.

Opcionales:

Lámpara para la noche.
Monitor de sonido.
Lima de uñas de papel y accesorios para cortar las uñas.

Para más adelante:

Cochecito de bebé para transporte.
Bolsón para pañales cómodo, piensa que debe durar más o menos 3 años.
Mesa para cambiarlo.
Placard para guardar todas las cosas del bebé.
Stock de pañales, de tela o descartables. Debes conseguir los que te resulten más prácticos para tí y tu bebé. Prueba varias marcas hasta encontrar el que les resulte mejor.
Ropita para sus salidas y para estar cómodo en casa.
Biberones.
Bomba extractora de leche.
Chupetes de acuerdo a lo que sugiera tu pediatra.
Bañera.
Toallas con capucha para cubrir su cabecita después del baño.
Cesto para los pañales descartables.
Baberos.

En la medida que vaya creciendo y comience a moverse en forma independiente debes pensar en protectores de tomacorrientes, de las escaleras y ventanas.
También tendrás que ir eligiendo sus juguetes que sean manufacturados con materiales no tóxicos y pintados con pinturas que no se desprendan por el rascado.
La sillita de comer es un utensilio muy útil para cuando comience a probar su comidas. Es importante que te resulte cómoda a tí, para no sobre exigir tu espalda y tu cintura.

Este listado intenta ser solamente algo orientativo. La experiencia propia será tu mejor guía para saber que es lo que sirve y que es lo que no. Intentarán ofrecerte artefactos de lo más complicados para que tu bebé esté bien cómodo y estimulado. Debes ser objetiva y tener sentido común en el momento de elegir las cosas para tu hijo. En estos casos, los que ya son padres son muchas veces más prácticos. Te recomendamos aceptar sus consejos.

ANESTESIA PERIDURAL PARA EL PARTO:


¿En qué casos se recomienda la anestesia peridural?

La anestesia peridural debe tenerse en consideración cuando el dolor de las contracciones del parto impide una buena colaboración de tu parte durante el momento del nacimiento. En los partos inducidos por alguna complicación del embarazo, o cuando la progresión de la dilatación del cuello del útero es muy lenta, o el obstetra piensa que será necesario la utilización de fórceps es conveniente el uso de este procedimiento. De todas formas, la decisión última siempre queda a criterio de la protagonista del parto que eres tú. En caso de una operación cesarea es la anestesia de elección.

¿Cómo actúa la anestesia peridural?

La anestesia peridural bloquea la sensación de dolor provocada por las contracciones a nivel abdominal, y a veces anestesia los miembros inferiores, dando una sensación de pesadez o imposibilidad para moverlos. Esta anestesia es diferente a la anestesia raquídea, en la que la sustancia anestésica es colocada en el espacio por donde fluye el líquido cefalorraquídeo. En la peridural el anestésico se administra en una zona más externa, por fuera de la duramadre (membrana que protege al conducto por donde este líquido se vehiculiza).

¿Quién realiza la anestesia peridural?

Este procedimiento debe ser realizado por un anestesista experimentado en este tipo de anestesia.

¿Existen riesgos de lesionar la médula espinal?

Nunca existirán riegos de lesionar tu médula espinal durante el procedimeinto ya que la inyección del anestésico se realiza sobre la columna vertebral, a una distancia mayor de 10 a 15 cm. de la terminación de la médula espinal. Esta aclaración vale porque es un mito frecuente que esta anestesia o la anestesia raquídea pueden dejar a una mujer paralítica.
A propósito de esto último se han hecho muchas investigaciones médicas que lo han descartado fehacientemente, de modo que si decides utilizar este método para aliviar el dolor del parto, no temas correr ningún riesgo por ello.

¿La anestesia peridural puede afectar al bebé?

La anestesia peridural no afecta el estado de tu bebé. Solamente si causa una hipotensión severa materna puede alterar transitoriamente el estado del mismo, pero tomando los recaudos necesarios, es muy poco probable que esto ocurra.

¿Cómo se realiza el procedimiento?

Se puede realizar sentada o acostada en uno de los laterales (esta última posición es de preferencia para evitar la hipotensión). Previo a la anestesia, se te colocará un suero con un catéter endovenoso, para hidratarte y prevenir eventuales episodios de hipotensión.
Una vez en posición, se te limpiará la zona lumbar con un antiséptico. Primero se inyecta un anestésico local en la zona donde se realizará la punción. Se coloca una aguja especial que pasando entre dos de las vértebras lumbares, llega al espacio peridural, en donde se inyecta una pequeña cantidad de la solución anestésica.
La solución anestésica no penetra en la circulación sanguínea, actúa comprimiendo los nervios de la zona y por este mecanismo sobreviene la pérdida de dolor o sensación. Es similar a la anestesia que se utiliza en odontología.
Luego de la dosis inicial, se coloca en la zona un catéter plástico que se utiliza en caso de ser necesaria la administración de mayor dosis. Se retira la aguja y queda colocado el catéter hasta la finalización del parto.

¿Cuánto dura el efecto anestésico?

La anestesia desaparece en aproximadamente 60 a 90 minutos. En los días posteriores a la anestesia puede sentirse una molestia en la región lumbar en donde se realizó la punción que desaparece progresivamente.

¿Existen otros tipos de anestesia alternativa?

En el tercer milenio, la medicina te brinda la posibilidad del "parto sin dolor", que te permite "disfrutar" de un acontecimiento tan maravilloso como ayudar a tu hijo a nacer en vez de "sufrirlo". Existen innumerables técnicas de relajación, control mental, ejercicios para controlar el dolor, pero la realidad es que no todas las mujeres embarazadas las conocen o practican. Discute con tu médico y tu pareja la posibilidad de utilizar este procedimiento durante el parto, que ya ha demostrado su eficacia y seguridad.


TRABAJO DE PARTO:

¿Qué son las contracciones?

Se llama contracción al endurecimiento del abdomen como consecuencia de la actividad del músculo uterino. Puedes percibirlas si su intensidad supera los 10 mmHg, que es el tono que normalmente tiene el útero.

¿Cuáles son los diferentes tipos de contracciones?

Existen diferentes tipos de contracciones. A continuación explicaremos cada una de ellas.

Contracciones focales

Se deben al estímulo de sólo un sector del útero, generalmente consecutivas a un movimiento del bebé.

Contracciones generalizadas

Comienzan en un sector cualquiera del útero y se transmiten a todo el mismo. Pueden deberse a movimientos del bebé, cambios de posición (de acostada a sentada), irritación uterina por tener la vejiga ocupada o por congestión intestinal.

Contracciones de Braxton Hicks

Comienzan a partir del quinto o sexto mes del embarazo o incluso antes, y se caracterizan porque abarcan todo el útero, tienen un gradiente descendente (van del fondo del útero hacia la vagina). No son dolorosas y sólo se siente que el abdomen se endurece y da una sensación de tensión abdominal cuando aparecen. Duran aproximadamente entre 30 y 60 segundos.Corresponden a un ejercicio del músculo uterino para prepararse para el día del parto. El útero, como todo músculo, debe tener un cierto entrenamiento para soportar el trabajo que significa el parto. Ese día deberá contraerse por un período de aproximadamente 9 horas y si no tuviese un entrenamiento adecuado se agotaría.

Contracciones de parto

Las contracciones del parto son diferentes. Son muy regulares, cada dos o tres minutos y llegan a tener una duración de aproximadamente 90 a 120 segundos cada una. No pasan desapercibidas porque la mayoría de las veces son dolorosas. Por lo general también van asociadas a la expulsión del tapón mucoso, que es un flujo gelatinoso, muchas veces manchado con sangre, y una nueva sensación de presión en la vagina, provocada por la cabecita del bebé que presiona el periné y el recto, dando sensaciones similares a las de querer evacuar los intestinos. Una característica típica del trabajo de parto es que entre contracción y contracción los dolores cesan, permitiéndote en esos momentos realizar ejercicios respiratorios profundos y relajar tus músculos para poder sobrellevar mejor la próxima contracción.

¿Por qué duelen las contracciones?

Durante la contracción del músculo, los vasos que lo irrigan quedan exagües, lo cual produce transitoriamente falta de oxígeno del tejido o anoxia. La anoxia determina el dolor. Cuando el músculo se relaja, sus vasos vuelven a irrigarse y el dolor desaparece.

¿Cuándo debería llamar al médico si estoy con contracciones?

Debes llamar al médico si presentas contracciones de parto, es decir contracciones rítmicas y regulares, especialemente si aún no te encuentras cerca de la fecha probable de parto. Si ya estás en fecha de parto y si luego de una hora de probar si ceden con distintas técnicas (ducha caliente, reposo en decúbito lateral izquierdo o luego de tomar un analgésico) las contracciones continúan, debes llamar a tu obstétrica o médico ya que el trabajo de parto a comenzado.

¿Cuándo debo tener todo listo?

Es aconsejable que ya tengas preparado las cosas que te indicamos, a continuación, porque probablemente es en lo que menos pensarás cuando estés por dar a luz. Te recomendamos preparar todo al cumplir las 36 semanas de embarazo.

¿Qué números telefónicos debo tener a mano?

Debes tener a mano los números de tu médico, la obstétrica, el pediatra, como también el de la clínica y el de la obra social.

¿Cuándo es conveniente avisar a la familia?

El momento de avisar a los familiares y amigos queda a criterio de cada uno. Es ideal para no incrementar la ansiedad de la pareja, que los familiares y amigos sean avisados con posterioridad al nacimiento ya que a veces acuden al hospital y deben esperar mucho tiempo hasta que nazca el bebé.

¿Qué debo colocar en el bolso?

A continuación detallamos lo que no debe faltar en el bolso para el día del parto. Muchos de estos elementos te los proporcionará el sanatorio pero como puede variar te damos una lista completa.

Lo más necesario

Tus documentos y los del papá, el acta matrimonial si la hubiera, el carnet del seguro de salud y la orden de internación con los estudios que se requieren para internarse (riesgo quirúrgico, electrocardiograma y coagulograma) junto a los estudios realizados durante el embarazo. Dinero para los gastos extras. Cámara de fotos con varios rollos y pila para el flash. Filmadora con cassettes y los cables para cargar la batería. Si tienes teléfono celular recuerda de poner el cargador. También no es mala idea colocar tu agenda o una lista con los números de teléfono de las personas que quieras avisar.

Para el bebé

Pañales tamaño recién nacido, toallitas húmedas u óleo calcáreo y algodón. Batitas y manta de algodón o lana para cubrirlo, medias y/o escarpines, gorrito y algún conjunto para sacarlo del sanatorio. Trata de elegir un conjuntito fácil de poner. Aquellos que se cierran por delante y con cuellos con botoncitos al costado son ideales para madres primerizas ya que son más fáciles de colocar. Si es nena y quieres colocarle aritos te recomendamos que los tengas de antemano en el bolso.

Para la mamá

Camisones o pijamas de algodón holgados para facilitar el amamantamiento, pantuflas, ojotas, bombachas de tiro alto, corpiño para amamantar, protectores mamarios, pezoneras, crema de caléndula para aplicar en los pezones, apósitos femeninos tamaño grande, peine, hebillas y gomitas para recoger el cabello. Champú, crema de enjuague y cofia. Cepillo de dientes, pasta dentífrica, cosméticos, desodorante, medias de lana, faja postparto. Ropa cómoda para salir del sanatorio. Bolsa de agua caliente, ya que algunos médicos recomiendan la aplicación de calor en la región lumbar durante el trabajo de parto para aliviar los dolores. Te recomendamos también comprar aquel libro que tenías ganas de leer y por qué no algún walkman o discman con la música que más te guste para relajarte (recuerda que estén con pilas). Si usas lentes de contacto recuerda de llevar todos los líquidos de limpieza. Te recomendamos las lentes descartables.

Para la papá

Una muda de ropa, ropa interior, medias, pijama, pantuflas, ojotas, afeitadora eléctrica o afeitadora con crema para afeitar, cepillo de dientes, desodorante, perfume.

¿Qué es el trabajo de parto?

El trabajo de parto es el conjunto de acontecimientos que se suceden para permitir el nacimiento de tu bebé. Este conjunto tiene un inicio, una evolución y una finalización. A continuación explicaremos cada una de estas etapas.

El inicio

Puede ser espontáneo, cuando las contracciones se generan por si solas y contribuyen al descenso del bebé y a la dilatación del cuello uterino, o bien inducido, cuando por alguna razón es necesario finalizar el embarazo porque su continuación puede ser perjudicial para la mamá o para el bebé. Son las llamadas causas de inducción del parto.

La evolución

Puede ser eutócica, cuando el médico solo controla los acontecimientos que se producen naturalmente, o bien conducido cuando el médico decide intervenir utilizando técnicas que favorezcan la prosecución del parto como la rotura artificial de bolsa, el goteo ocitócico o la analgesica para el parto.

La finalización

Determina la forma en que se producirá la salida del bebé y puede ser vaginal o abdominal. El parto vaginal es el que utiliza el canal del parto para la salida del bebé y la placenta. El parto abdominal es el que requiere de una cirugía para la extracción del bebé y la placenta y se denomina cesarea. A su vez, el parto vaginal puede ser natural, es decir que se produce por el efecto de los pujos maternos, o artificial, cuando se utilizan distintos instrumentos para ayudar a la salida del bebé como el forceps o la ventosa extractora.

¿Cómo se desarrolla el trabajo de parto?

Para describir el trabajo de parto lo dividiremos en tres etapas. La primera, llamada período dilatante, en dónde el cuello del útero se ablanda y dilata como consecuencia de la acción de las contracciones uterinas y el apoyo del polo fetal (cefálico o pelviano). La segunda llamada período expulsivo, en donde se produce la salida del bebé por los genitales ayudado por los pujos con cada contracción, y la tercera llamada alumbramiento, en donde se produce la salida de la placenta. A continuación explicaremos a fondo cada una de ellas.

El período dilatante

Anatómicamente, el cuello uterino es un cilindro de unos 3 cm. de longitud que encierra un conducto llamado canal cervical que tiene 2 orificios, uno interno y otro externo. Sus paredes tienen alrededor de un centímetro de grosor. Por el efecto de las contracciones y la presión que ejerce el polo fetal, el cuello se acorta hasta borrarse totalmente y se dilata hasta lograr la circunferencia necesaria para permitir el paso del bebé.

Simultáneamente, el bebé desciende por el efecto de la gravedad y por el impulso de las contracciones uterinas. Para descender, el bebé debe efectuar distintos movimientos para acomodarse en la pelvis de la mamá. En primer lugar debe decidir que diámetro de la pelvis le es más cómodo para introducirse en el canal del parto. Luego de tomar esta decisión debe reducir al máximo los diámetros del polo que ofrece (la cabeza o la cola) para poder atravesar este obstáculo óseo. Cuando lo logra, se dice que se ha encajado pues ya no puede regresar a una posición anterior.

Luego debe rotar sobre sí mismo para que una parte firme del polo ofrecido (la cabeza o la cola) se contacte con el pubis para ejercer un movimiento de tipo bisagra que lo impulsará hacia el mundo exterior durante el período expulsivo.

Durante este período, el médico puede intervenir de varias maneras para ayudar, ya sea favoreciendo el descenso con la rotura artificial de la bolsa o incrementando las contracciones si son insuficientes con el goteo ocitócico o si el dolor es intolerable para la mamá utilizando analgesia para el trabajo de parto.

El período expulsivo

El período expulsivo es el instante más esperado de todo el trabajo de parto porque se produce la salida del bebé por los genitales, ayudado por los pujos de la mamá durante cada contracción. Durante esta etapa, el médico decide la necesidad de realizar la episiotomia. Una vez que se exterioriza el polo fetal (cabeza o cola) el médico realiza una serie de maniobras para ayudar a que el resto del cuerpo atraviese el canal del parto. Una vez que el bebé ha nacido, se procede al clampeo y corte del cordón umbilical, porque a partir de este momento, se produce el cambio de la circulación fetal y el bebé se oxigenará a partir del aire que ingresa a su propio pulmón. A partir de este momento tu bebé es un ser totalmente autónomo.

El alumbramiento

El alumbramiento es la expulsión de la placenta y las membranas ovulares (la bolsa que alberga al bebé) secundaria a potentes contracciones uterinas. Se produce habitualmente antes de transcurridos 30 minutos del nacimiento. El alumbramiento va acompañado por una hemorragia de mediana cantidad que cede en las primeras horas del postparto y continúa en mucha menor cantidad por un período de 20 a 50 días, denominado comúnmente cuarentena. Esta hemorragia se origina en la herida que deja la placenta sobre el útero al desprenderse.




martes, 21 de julio de 2009

VACACIONES SIN ESTRES:

Vacaciones sin estrés

Vacaciones sin estrés¿A punto de salir de vacaciones? Antes de emprender el viaje a tu esperado descanso toca la aturullada vorágine previa de los preparativos: compras, maletas, adelanto de trabajo, asuntos de última hora, despedidas… Si además estás embarazada el nivel de estres puede multiplicarse por dos. No dejes que tu estado te impida disfrutar de una merecida escapada


El estrés actúa sobre el sistema nervioso y la salud en general de todas las personas. Pero además, según revelan varios estudios, la ansiedad que la madre sufre durante el embarazo puede aumentar el riesgo de nacimientos prematuros y de bebés con peso insuficiente.
Afortunadamente siguiendo algunas recomendaciones podrás mantener el estrés a raya, conservando el equilibrio, la energía, la serenidad y una apariencia radiante durante el verano.


Lo primero que deberías considerar cuando organices tus vacaciones es el momento más adecuado para tu embarazo. Los expertos aconsejan el segundo trimestre para viajar. Las náuseas, los mareos matutinos y la fatiga típicos del primer periodo ya han quedado atrás y aún no tendrás una barriga demasiado prominente que te impida moverte con soltura. En cualquier caso, como todo, depende de cada mujer, tu estado de salud, de ánimo, y por supuesto de lo que crea más conveniente tu médico.

Asimismo ten en cuenta todos estos factores también cuado elijas tu destino. Independientemente de lo avanzada que esté la gestación cuando tengas que viajar, unas vacaciones sencillas probablemente sean la mejor opción. Un hotel con spa suele ser una de las elecciones más populares entre las mujeres embarazadas. Te lo dan todo hecho y muchos incluyen tratamientos específicos para vosotras.

Pero antes de nada, planificación. Prepara con suficiente antelación una lista de todo lo que debes hacer, luego planifica cómo hacerlo y deja tiempo libre para retrasos inesperados. Incluye lo que tienes que hacer antes y después del viaje. Lo mejor es hacerlo por orden de prioridades para ir resolviéndolas poco a poco. Pero siempre siendo realista. No sobrecargues la lista con miles de cosas que no podrás realizar en el tiempo disponible. Esto solo te generará mayor ansiedad. Elimina tareas si no son urgentes. Estima cuáles pueden hacerse en otro momento del año y apártalas. Es preferible que lo que no puedas hacer hoy, lo dejes para mañana sin agobiarte. Verás cómo tú y tu bebé lo agradeceréis.

No postergues tareas. No debes sobresaturarte con miles de quehaceres, pero todo aquello que puedas hacer hoy, hazlo lo antes posible. Las tareas pendientes quedan en la mente, obstaculizan y producen estrés. Resolverlas crea una sensación de alivio y satisfacción por la tarea cumplida.

Si fuera necesario delega tareas. Reparte las labores domésticas con tu pareja o con otros miembros de la familia. Si las vacaciones las compartes con amigos o familiares, proponles que contribuyan.


Consejos para un verano realmente reparador

Bebe abundante agua, entre 8 y 10 vasos diarios. Beber agua, cuando los nervios acechan, puede ser una práctica saludable que además de calmar la ansiedad pueden ayudarte a resistir a tomar café o alimentos ricos en calorías y grasas.

Reduce la cantidad de café. La cafeína puede incrementar los niveles de estrés de las hormonas, y este incremento puede durar a lo largo del día y en el momento de ir a dormir, interfiriendo en el sueño si se bebe en las horas del atardecer o por la noche.

Mantén una alimentación sana. Suele ser habitual relacionar descanso con descontrol. También en asuntos de nutrición. Estar de vacaciones no significa despreocuparse por la alimentación. Si sigues estos consejos, tu cuerpo y tu mente te lo agradecerán:

* Evita las comidas pesadas, ricas en grasas
.

* Introduce en tu dieta proteínas, frutas, verduras y alimentos antioxidantes; reforzarán tus defensas para poder combatir el estrés. La vitamina C ayuda a mantener la mente despierta. Se ha comprobado también que quien consume naranjas se siente menos estresado. Los frutos secos son ricos en Omega-3, alimentan el cerebro manteniendo su agudeza mental.

*Otros alimentos relajantes. Existen alimentos específicos que estimulan el buen funcionamiento de las células nerviosas ayudando, de este modo, al organismo a mantenerse relajado. Entre éstos se encuentran el plátano, las almendras, el germen de trigo, la levadura de cerveza y las pipas de girasol.

*Otro truco antiestrés: Ten siempre a mano una barrita de regaliz por si te asalta el hambre entre horas, además de calmar el hambre sin aportar apenas calorías, tiene una poderoso efecto antiestrés.

Si fuera imprescindible incluye suplementos nutricionales. Siempre bajo prescripción médica. Si te sientes decaída echa un vistazo a tu dieta y pregunta a tu doctor si serían necesarios suplementos que contengan minerales, vitaminas y antioxidantes.

Huye de los alimentos con azúcar y modera los hidratos de carbono refinados, que elevan el azúcar en sangre, dañan la piel y disminuyen los niveles de energía.



Ejercicio

Tan solo un poco de movimiento puede hacer maravillas aliviando el estrés. Andar por la orilla del mar, nadar en la piscina del hotel o pasear por la ciudad al atardecer son buenas opciones para recargarse de energía.
Además puedes practicar los siguientes ejercicios:

- Extiende tus brazos hacia el frente, elevándolos a la altura del pecho. Ábrelos hacia los laterales, manteniéndolos a la misma altura e inspira mientras vuelves a cerrar los brazos, cruzándolos delante de ti. Expira profundamente y vuelve a abrirlos tratando de juntarlos en tu espalda. Vuelve a cerrarlos delante inspirando. Repite el ejercicio 10 veces.

- Mantente de pie con los pies abiertos a lo ancho de los hombros. Estira tus brazos hacia delante formando un ángulo recto con tu cuerpo. Junta las manos entrelazando los dedos. Gira lentamente los brazos hacia la derecha a la vez que inspiras. Expira mientras vuelves a la posición inicial. Repite hacia el lado izquierdo. Luego de nuevo al derecho y así hasta 10 veces por cada lado.

- Coloca tus manos en la cadera. Ahora rótalas hacia la derecha dibujando un círculo. Vuelve a la posición inicial y gira hacia la izquierda. Repítelo otras 9 veces.

- De pie, con las piernas abiertas a lo ancho de los hombros, eleva los brazos a la altura del pecho y junta las palmas de las manos con los dedos hacia arriba, como si estuvieras rezando.
Expira intensamente mientras doblas las rodillas, te agachas y los brazos se estiran hacia delante. Asegúrate de mantener tus rodillas sobre tus pies y no adelantarlas, pues podrías perder el equilibrio. Inspira al subir de nuevo y recoger los brazos hacia el pecho. Haz 10 repeticiones.

- Tras completar todos los ejercicios, estira tu cuerpo tirando de los brazos hacia arriba por encima de tu cabeza y, de puntillas, haciendo presión hacia el suelo con las almohadillas de los pies. Respira suavemente y mantén la postura 30 segundos. Después haz lo mismo pero tumbada en el suelo.

Como con cualquier ejercicio físico es recomendable consultarlo previamente con tu ginecólogo.


Relajación

Existen muchas ocasiones en las que el estrés es inevitable, incluso con las mejor de las organizaciones y la más positiva actitud. Cuando esto ocurra no dudes en poner en práctica las siguientes sugerencias:


- Haz sesiones de yoga, meditación u otra actividad que te ayude a lograr momentos de serenidad y a reducir los niveles de estrés.

- Relaja tu mente. Elige un lugar cómodo. Cierra los ojos e imagina que estás enfrente de un océano en calma. Empieza a respirar profundamente y lo mas lentamente que puedas, inhalando por la nariz, y exhalando por la boca, tratando de relajarte. Cuando sueltes el aire imagina que estás expulsando todo aquello que te produce estrés: el agotamiento, la tensión, el dolor, los mareos… Al inspirar absorbe toda la energía positiva del océano.

- Otra propuesta muy sencilla de relajación consiste en contemplar el cielo estrellado, las nubes, una hoguera, el mar, etc. No busques sentido a lo que ves… Sólo mira, sin más. Cuando un pensamiento aparezca en la mente, vuelve a mirar. Eso es todo.

- Sonríe y deja pasar... Probablemente tengas que asistir a un compromiso ineludible al que no te apetezca ir, tal vez se presente una visita inesperada no deseada o simplemente discutas con el chico de las hamacas. Quizás se ponga a llover o el avión se retrase. En estos casos cambia de actitud. No pienses en negativo, piensa en cosas positivas e ignora lo que te hace sentir mal tomándotelo menos en serio. Busca el lado alegre o gracioso del asunto. El sentido del humor salva muchas situaciones.

- Duerme lo suficiente. La mayoría de las personas necesitan 8 horas de sueño. Es indispensable para la salud, especialmente en tu estado. Una caminata antes de acostarte te ayudará a conciliar el sueño.


domingo, 12 de julio de 2009

ES HEREDITARIO TENER GEMELOS?


En cuanto a los factores que favorecen tener gemelos, se sabe bastante poco. Entre otras cosas porque tampoco se conoce la causa que provoca la división del cigoto en fases iniciales. No es como en los casos de mellizos en los que causa está clara y se saben con bastante certeza los factores desencadenantes.

Se han descrito menos de 20 familias que han heredado una tendencia a tener gemelos monocigóticos (las personas de estas familias tienen casi un 50% de probabilidades de tener gemelos idénticos). Mientras tanto, otros estudios sugieren que el ambiente del útero provoca que el cigoto se divida en la mayoría de los casos.

Se sabe también que en técnicas de fecundación in Vitro hay un incremento científicamente probado de las probabilidades de tener gemelos. A parte de eso, y una leve heredabilidad genética que no se conoce apenas nada, no se saben de otros factores que lo provoquen.

Por otro lado, es importante mencionar lo importante que ha sido para la medicina los estudios en gemelos. Gracias a ellos, se puede comprobar hasta qué punto una enfermedad es de causa genética o adquirida. Se han hecho estudios de todo tipo con ellos: Cáncer, diabetes, esquizofrenia, autismo y cientos de enfermedades más.

En resumen y respondiendo a Treiral, la presencia de gemelos en una familia se produce más por el azar (o mejor dicho: por factores que desconocemos) que por herencia, ya que ésta última se da muy pocas veces. Así que, independientemente de que tu padre sea o no gemelo, lo más seguro es que tu tío y tú tengáis las mismas probabilidades que la población en general de tener gemelos sobre todo porque dependerá también de la mujer con la que se tenga los retoños. La creencia de que se salta una generación está muy extendida, pero es errónea y se basa en una confusión con los mellizos que explicaré con la continuación (siempre dejo la intriga para el final, me falta poner un “To be continued”)

De todas formas, si alguno más de tu familia volviera a tener gemelos, avísame. Porque entonces sí que sería probable que hubiera cierto carácter hereditario y sería algo valioso de estudiar.

jueves, 2 de julio de 2009

ANTOJOS DURANTE EL EMBARAZO



Picoteo y antojos sanos durante el embarazo:


¡Sí, es posible!


La principal norma de nutrición durante la gestacion no es más que seguir una dieta equilibrada. Esto significa incluir en el menú gran cantidad de frutas y verduras, hidratos de carbono, fibra, proteínas y mucho líquido.
Sin embargo no siempre resulta tan sencillo, especialmente con las hormonas amenazando con hacer de las suyas al menor descuido, y lo que suele antojarse, casualmente, nunca está en la perfecta y armónica pirámide nutricional

Y es que estos alimentos “basura” acostumbran a ser ricos en grasas, calorías y azúcares y carecen de los beneficios nutricionales de la comida sana. No dudamos que resulta complicado resistirse a unos nachos con queso o a ese donut que te “mira” desde el mostrador de la panadería pareciendo implorar que le adoptes, pero te aconsejamos que contengas tus impulsos un segundo y con la cabeza fría mantengas tus antojos a raya. Opta por la manzana que guardaste en el bolso antes de salir de casa y tu organismo y tu futuro bebé te lo agradecerán.

Has de saber que adoptar hábitos saludables en la alimentacion comienza en el súper. Aquí es donde se toma la primera decisión y la más importante. Asegúrate de llenar el carrito de víveres sanos, así cuando asaltes la despensa será más difícil caer en la tentación.

Estos tentempiés pueden ser además la forma de asegurarte una buena variedad de alimentos. No sólo saciarán el hambre sino que te darán a ti y a tu bebé la energía y los nutrientes que necesitas en tu estado. Pero recuerda, no se trata de comer por dos sino de comer suficiente diversidad de alimentos para mantenerte a ti y a tu futuro hijo lo más saludables posible.

No obstante también es cierto que cuando una mujer está embarazada a menudo encuentra difícil procurarse los nutrientes necesarios ya que los efectos secundarios del embarazo tales como náuseas, vómitos, estreñimiento o ardores de estómago, le impiden comer todo lo que quisiera o al menos, debería. Por ello es más sencillo tomar pequeñas porciones de alimento o tentempiés en lugar de tres copiosas comidas. Tu dieta puede ayudarte a minimizar los efectos del embarazo.


Picar, recomendado

Varias investigaciones han demostrado que picar entre horas, o incluso hacer 4 o 5 comidas al día, es más beneficioso que las 2 o 3 comidas habituales. Con esto se refieren, por supuesto, a aperitivos sanos y no a una bolsa de patatas fritas sabor a jamón con un refresco de limón de medio litro, por el que sin duda la mayoría de nosotras nos decantaríamos (incluso sin estar embarazada). Los tentempiés o ingerir varias comidas a lo largo del día es una excelente solución para las gestantes, especialmente si sufren mareos o náuseas en algún momento del día. Es además una magnífica forma de obtener esa energía extra que su cuerpo demanda durante el segundo y el tercer trimestre.

Así que, con la ciencia de nuestra parte, todo es cuestión de optar por snacks sanos y desechar la comida “basura” cuando acecha el gusanillo.

A continuación te ofrecemos algunas sugerencias para calmar el hambre sin que lo lamenten tu figura y tu salud:

1. Corta fruta y verdura y guárdalas en un recipiente en la nevera. Te resultará más cómodo si ya la tienes preparada. Lleva siempre una pieza de fruta en el bolso. Recurre a ella cuando tengas hambre. Evitarás atracones repentinos de los que puedas arrepentirte.

2. Las uvas pasas, los orejones de albaricoque, las fresas o los arándanos deshidratados son sanas chucherías para picar y llevar siempre contigo. Te aportarán fibra y vitaminas.

3. Prueba mojar palitos de zanahorias o apio en una salsa de yogur o queso cremoso mientras ves la peli del domingo.

4. Puedes tener siempre a mano una bolsa de frutos secos como nueces, avellanas, almendras, anacardos, etc., no necesitan preparación ni refrigeración y son una estupenda fuente de proteínas.

5. Decántate por los cereales en todas sus variedades: con leche, en forma de barritas energéticas o snacks, mezclados con yogur, con queso fresco, como pan, tostadas, galletas o crackers integrales, etc.

6. Las patatas hechas al horno son una estupenda alternativa a las patatas fritas. Si les dejas la piel, tendrás además un aporte extra de hierro. Una vez asadas ¡mójalas en salsas naturales!

7. Mezcla yogur desnatado o queso fresco con trozos fruta, cereales y/o frutos secos.

8. ¿Has probado las tortas de arroz o maíz? Son saciantes y bajas en calorías.

9. Prepara brochetas de tomates cherry con bolitas de mozzarella o ensarta diferentes trozos de fruta o taquitos de queso con manzana o mango. Tendrás todo preparado cuando ataques la nevera.

10. Opta por sándwiches caseros elaborados con pan integral, pavo, pollo, lechuga, tomate, manzana y las verduras que más te gusten.

11. Hazte batidos de fruta naturales. Prueba esta sencilla receta: 1 yogur, 1 vaso de zumo, una pieza de la fruta que desees. Bátelo todo hasta obtener una consistencia cremosa. ¡Ya tienes un rico batido repleto de vitaminas, proteínas y calcio! Ahora sólo tienes que combinar distintas frutas y conseguirás infinidad de sabores. Si lo quieres fresquito, congela antes la fruta troceada.

12. ¡Cómete una pizza o un helado de vez en cuando! Al fin y al cabo estás embarazada, no en la milicia espartana.


Alimentarse con comida basura durante el embarazo aumenta la probabilidad de que el futuro bebé sea obeso

Es lo que revelan las conclusiones de un estudio publicado en la revista 'British Journal of Nutrition', llevado a cabo por el “Royal Veterinary College” de Londres (Reino Unido). Dicha investigación ha sido realizada en ratas y en ella se ha podido descubrir que los animales alimentados durante el embarazo y la lactancia con una dieta de productos procesados como bollos, galletas, patatas fritas de bolsa y dulces tenían crías que comían en exceso y preferían esta comida "basura" rica en grasas, azúcar y sal cuando se las comparaba con crías de ratas a las que se alimentaba con una dieta normal. Los autores del trabajo creen que los resultados podrían tener implicaciones en los humanos. "El estudio ha mostrado que comer grandes cantidades de comida basura durante el embarazo y la lactancia podría alterar el control normal del apetito y promover un gusto exagerado por la comida basura en la descendencia". Esto llevaría a los hijos hacia la obesidad y haría cada vez más complicada la tarea de enseñar hábitos sanos de alimentación a los niños.

En el control del apetito intervienen hormonas que lanzan señales al cerebro para regular el equilibrio de energía, el hambre y la saciedad. Anteriores investigaciones han mostrado que los alimentos muy procesados ricos en grasas y azúcares inhiben las señales de saciedad y promueven el hambre además de estimular los centros de recompensa o placer del cerebro.